* Musgos y líquenes: Estas simples plantas pueden sobrevivir en condiciones extremadamente frías y secas. Crecen en rocas y suelo y pueden realizar la fotosíntesis incluso en niveles bajos de luz.
* Nematodos: Estos pequeños gusanos viven en el suelo y se alimentan de bacterias y otros microorganismos. Pueden sobrevivir a temperaturas bajo cero entrando en un estado de inactividad.
* Tardígrados: Los tardígrados son animales microscópicos que pueden sobrevivir en condiciones extremas, incluidas temperaturas bajo cero, alta presión e incluso el vacío del espacio. Lo hacen entrando en un estado de animación suspendida, en el que su metabolismo se ralentiza hasta casi cero.
* Colémbolos: Los colémbolos son pequeños insectos sin alas que viven en el suelo y en la hojarasca. Pueden sobrevivir a temperaturas bajo cero produciendo una proteína que evita que los fluidos corporales se congelen.
* Ácaros: Los ácaros son pequeños arácnidos que pueden sobrevivir en diversos hábitats, incluida la Antártida. Se alimentan de otros pequeños invertebrados y pueden sobrevivir a temperaturas bajo cero entrando en un estado de latencia.
Estas especies pudieron sobrevivir a la edad de hielo adaptándose a las condiciones extremas. Desarrollaron mecanismos para tolerar temperaturas bajo cero, bajos niveles de luz y falta de alimentos. Como resultado, pudieron persistir en la Antártida incluso cuando el resto del continente estaba cubierto de hielo.