Descomposición Reducida :
En condiciones hipóxicas, la descomposición de la materia orgánica por parte de las bacterias aeróbicas se ralentiza debido a la limitada disponibilidad de oxígeno. Esta menor tasa de descomposición permite que el carbono orgánico se acumule y persista en el ecosistema.
Conservación mejorada :
Los ambientes hipóxicos a menudo favorecen la preservación de la materia orgánica al limitar las actividades de los organismos que consumen o descomponen material orgánico, como la macrofauna y la meiofauna. La ausencia de estos organismos reduce la descomposición y liberación de dióxido de carbono de la materia orgánica, lo que lleva a su almacenamiento a largo plazo.
Aumento del entierro :
Las condiciones hipóxicas pueden promover el entierro de carbono orgánico en los sedimentos. Los bajos niveles de oxígeno inhiben las actividades de excavación y mezcla de los organismos bentónicos, lo que ayuda a preservar y acumular materia orgánica en las capas de sedimentos. Con el tiempo, estos materiales orgánicos acumulados pueden quedar enterrados y secuestrados de la atmósfera.
Producción de Materia Orgánica Refractaria :
La hipoxia puede inducir cambios en la estructura de la comunidad microbiana, lo que lleva a la producción de materia orgánica más refractaria. Los compuestos orgánicos refractarios son más resistentes a la degradación y pueden persistir en el medio ambiente durante períodos prolongados, lo que contribuye al almacenamiento de carbono a largo plazo.
Formación de sedimentos orgánicos ricos en carbono :
En los ecosistemas costeros que experimentan hipoxia, la acumulación y preservación de materia orgánica puede resultar en la formación de sedimentos orgánicos ricos en carbono. Estos sedimentos actúan como importantes reservorios de carbono orgánico, almacenándolo en escalas de tiempo geológicas.
Es importante señalar que, si bien la hipoxia puede mejorar el almacenamiento de carbono orgánico en los ecosistemas costeros, también puede tener impactos negativos en otros aspectos del ecosistema, como la biodiversidad, la pesca y el ciclo de nutrientes. Por lo tanto, gestionar la hipoxia en entornos costeros requiere una comprensión integral de sus consecuencias ecológicas y el desarrollo de estrategias para mitigar sus efectos nocivos y al mismo tiempo promover los beneficios del almacenamiento de carbono.