Tu mundo es diferente al de una paloma, pero una nueva teoría explica cómo podemos seguir viviendo en la misma realidad
Si bien nuestras experiencias y percepciones pueden diferir de las de una paloma, en última instancia somos parte del mismo mundo y nos regimos por las mismas leyes universales, como la física y la biología. Nuestros cerebros pueden interpretar las sensaciones de manera diferente, lo que lleva a una experiencia subjetiva distinta de vivir en ese mundo. Pero eso no significa que habitemos en realidades completamente separadas.