Las bolas de alquitrán son partículas carbonosas complejas compuestas principalmente de compuestos orgánicos, incluidos los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Se forman cuando la quema de vegetación libera vapores y aerosoles que luego se condensan en gotas de alquitrán, que eventualmente se solidifican en bolas de alquitrán. Estas partículas pueden permanecer suspendidas en la atmósfera durante períodos prolongados, viajando miles de kilómetros en las corrientes de aire.
El equipo de investigación, dirigido por científicos de la Universidad de California en Irvine, utilizó técnicas de laboratorio de última generación y modelos computacionales para investigar las propiedades ópticas de las bolas de alquitrán. Sus hallazgos revelaron que estas partículas exhiben comportamientos únicos de absorción y dispersión de luz, dependiendo de su tamaño, forma y composición química.
Las bolas de alquitrán absorben fuertemente la radiación solar en las regiones ultravioleta (UV) y visible del espectro. Esta absorción puede provocar el calentamiento de las bolas de alquitrán y del aire circundante y contribuir a la formación de smog y neblina fotoquímica, afectando la calidad del aire y la visibilidad.
Además, los investigadores descubrieron que las bolas de alquitrán también dispersan la luz solar, actuando como pequeños espejos en la atmósfera. Esta dispersión puede redirigir la energía solar de regreso al espacio o dispersarla en diferentes direcciones, influyendo en el equilibrio energético de la Tierra y potencialmente impactando los patrones climáticos.
La investigación destaca la importancia de comprender las propiedades ópticas de las bolas de alquitrán para modelar con precisión sus efectos en la atmósfera, el equilibrio de radiación y el clima. Las capacidades de modelización mejoradas pueden ayudar a los científicos a predecir mejor el impacto de los incendios forestales y las columnas de humo en la dinámica climática regional y global, así como su influencia en la calidad del aire y la salud humana.
Los hallazgos también enfatizan la necesidad de estrategias efectivas para mitigar las emisiones de los incendios forestales, no solo para proteger los ecosistemas y las comunidades humanas, sino también para reducir los impactos climáticos más amplios asociados con las partículas de alquitrán provenientes del humo de los incendios forestales.