Un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California, Davis, encontró que los cuervos eran las especies de aves estudiadas con mayor probabilidad de portar C. jejuni. El estudio también encontró que la prevalencia de C. jejuni en los cuervos variaba según la estación, y la mayor prevalencia se producía durante los meses de verano.
Otro estudio, realizado por investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), encontró que las cepas de C. jejuni aisladas de cuervos eran genéticamente similares a las cepas que habían causado enfermedades en humanos. Esto sugiere que los cuervos podrían ser una fuente potencial de infección por C. jejuni para los humanos.
Si bien se sabe que los cuervos son portadores de C. jejuni, no está claro con qué frecuencia transmiten la bacteria a los humanos. Se necesita más investigación para determinar el riesgo de infección por Campylobacter jejuni de los cuervos y desarrollar estrategias para reducir este riesgo.
Para reducir el riesgo de infección por Campylobacter jejuni procedente de cuervos, es importante tomar precauciones como:
1) Evitar el contacto con heces de cuervo.
2) Lavarse bien las manos con agua y jabón después de manipular cualquier cosa que pueda haber estado en contacto con heces de cuervo.
3) Cocine bien las aves y otras carnes para matar cualquier bacteria Campylobacter que pueda estar presente.
4) Evitar comer huevos o leche crudos o poco cocidos.