Sin embargo, existen esfuerzos de investigación en curso centrados en extraer energía de varios tipos de biomasa, incluidas algas y otros microorganismos que crecen en ambientes acuáticos. Estos organismos tienen el potencial de convertirse en biocombustibles mediante procesos como la digestión anaeróbica o la licuefacción hidrotermal.
La idea detrás de la utilización de algas para la producción de biocombustibles radica en su rápida tasa de crecimiento y su capacidad para acumular lípidos, que pueden procesarse en biodiesel. Sin embargo, la producción a gran escala de biocombustibles a base de algas enfrenta desafíos relacionados con el cultivo, la cosecha y la eficiencia de la extracción.
Si bien la investigación en esta área continúa, es crucial señalar que la producción de biocombustibles a base de algas aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo y se necesitan más avances antes de que pueda considerarse una alternativa viable a los combustibles fósiles tradicionales. Además, se deben evaluar cuidadosamente las implicaciones ambientales y la sostenibilidad del cultivo de algas a gran escala.