1) Piel:Mientras que las ranas tienen la piel suave y húmeda, los sapos tienen la piel seca, verrugosa o con bultos.
2) Tamaño:En general, los sapos son más robustos y fornidos que las ranas, y tienden a ser de mayor tamaño.
3) Hábitat:Las ranas se pueden encontrar cerca de cuerpos de agua, como estanques, arroyos o pantanos. Los sapos, por otro lado, son más terrestres y pasan más tiempo en la tierra, a menudo en zonas boscosas, campos o jardines.
4) Patas:Las ranas tienen patas traseras más largas que utilizan para saltar y nadar. Los sapos tienen patas traseras más cortas, lo que los hace más adecuados para gatear o caminar.
5) Reproducción:Tanto las ranas como los sapos ponen huevos en el agua. Sin embargo, las ranas ponen grupos de huevos, a menudo denominados huevos de rana o huevos de rana. Los sapos, por otro lado, ponen largas hebras o cadenas de huevos.
6) Hibernación:Las ranas suelen hibernar bajo el agua durante los fríos meses de invierno, mientras que los sapos suelen excavar en el suelo o debajo de la hojarasca para sobrevivir al frío.
Es importante señalar que existen muchas variaciones y excepciones dentro de la familia de los anfibios, y no todas las ranas y sapos se ajustan a estas generalizaciones.