El estudio, publicado en la revista Nature Communications, analizó núcleos de sedimentos de lagos ubicados cerca de la costa del Mar de Beaufort en el norte de Alaska. Los núcleos revelaron que la cobertura de arbustos en la región ha aumentado en un 30% desde principios del siglo XX, lo que corresponde a un período de rápida erosión costera.
Los arbustos pueden ayudar a frenar la erosión al atrapar sedimentos y reducir el poder erosivo del viento y las olas. Las raíces de los arbustos también ayudan a estabilizar el suelo, haciéndolo menos susceptible a la erosión.
"Nuestros hallazgos sugieren que la expansión de los arbustos puede ser un mecanismo natural que ayuda a proteger las costas árticas de la erosión", dijo la autora principal, la Dra. Isla Myers-Smith, investigadora de la Universidad de Edimburgo.
El estudio también encontró que el aumento de la cobertura de arbustos se correlacionaba con una disminución en la cantidad de sedimento depositado en los lagos. Esto sugiere que los arbustos están atrapando sedimentos antes de que puedan llegar a la costa.
"Esta investigación proporciona nuevos conocimientos sobre las complejas interacciones entre el cambio climático, la dinámica de la vegetación y la erosión costera en el Ártico", dijo Myers-Smith.
Los hallazgos tienen implicaciones importantes para la gestión de las costas árticas frente al cambio climático. Al comprender el papel que pueden desempeñar los arbustos en la reducción de la erosión, podemos desarrollar estrategias más efectivas para proteger estos ecosistemas vulnerables.
Además de los arbustos, otros factores como el hielo marino y el permafrost también desempeñan un papel importante en la erosión de las costas del Ártico. Las investigaciones futuras deberían investigar cómo estos factores interactúan entre sí para influir en el cambio costero.