Los mendigos suelen utilizar diferentes trucos para obtener la simpatía de los posibles donantes. Algunos pueden fingir estar discapacitados o heridos, mientras que otros pueden contar historias tristes sobre su desesperada situación. Sin embargo, los roedores no se dejan engañar por estos trucos. Pueden usar sus narices afiladas para detectar diferencias en el lenguaje corporal y el olor que pueden delatar a un mendigo falso.
Por ejemplo, los roedores pueden notar que un mendigo falso no se mueve de una manera consistente con su supuesta discapacidad. También pueden detectar una diferencia en el olor de un mendigo falso en comparación con un mendigo real. Esto podría deberse a diferencias en la higiene o al uso de perfume o colonia.
Además de estas señales físicas, los roedores también pueden sentir la diferencia en el estado emocional de un mendigo falso en comparación con un mendigo real. Es probable que los verdaderos mendigos que están genuinamente necesitados sientan angustia emocional, lo que puede liberar ciertos olores. Los roedores pueden detectar estos olores y utilizarlos para identificar a mendigos reales.
Por lo tanto, si estás pensando en hacerte pasar por un mendigo, ¡ten en cuenta que los roedores pueden olfatearte! Su agudo sentido del olfato puede ayudarles a detectar peligros, incluidos los falsos mendigos, por lo que es mejor ser honesto y no intentar aprovecharse de la generosidad de las personas.