En los últimos años, se ha observado que los cormoranes migran más al norte que nunca. En algunos casos, incluso están estableciendo nuevas colonias de reproducción en zonas que antes eran demasiado frías para que pudieran sobrevivir. Este desplazamiento hacia el norte probablemente se deba al hecho de que los cormoranes pueden encontrar más alimento y mejores sitios para anidar en estas áreas.
El cambio climático también está provocando que los cormoranes cambien el momento de sus migraciones. Ahora están migrando antes en la primavera y más tarde en el otoño que en el pasado. Probablemente esto se deba al hecho de que los cormoranes intentan evitar las condiciones climáticas extremas que se vuelven más comunes en la primavera y el otoño.
Los cambios que los cormoranes están haciendo en sus rutas migratorias son una señal de que se están adaptando al cambio climático. Sin embargo, es importante señalar que estos cambios no siempre son fáciles para los cormoranes. Pueden enfrentar muchos desafíos, como encontrar nuevas fuentes de alimento y sitios de anidación, y evitar a los depredadores.
A pesar de los desafíos, los cormoranes están demostrando que son criaturas resistentes que pueden adaptarse a las condiciones cambiantes. Al realizar cambios en sus rutas migratorias, los cormoranes están aumentando sus posibilidades de supervivencia en un clima cambiante.