Gráfico sobre la contribución del metano al calentamiento global, emisiones por sectores y aumento de su concentración en la atmósfera desde 1984.
Las conversaciones sobre el clima a menudo giran en torno a la reducción del gas de efecto invernadero más peligroso, el CO2. .
Pero otras poderosas emisiones de metano que atrapan calor estarán en la mira en un foro global en Ginebra esta semana.
El metano, que es potente pero de vida relativamente corta, es un objetivo clave para los países que desean reducir las emisiones rápidamente y frenar el cambio climático.
Esto se debe particularmente a que grandes cantidades de metano simplemente se están filtrando a la atmósfera desde proyectos de petróleo y gas.
Las emisiones de metano de la industria de los combustibles fósiles han aumentado durante tres años consecutivos, según la Agencia Internacional de Energía (AIE), alcanzando niveles casi récord en 2023.
¿Qué es el metano?
El metano atmosférico (CH4) se encuentra en abundancia en la naturaleza y es el componente principal del combustible gaseoso.
Es el segundo mayor contribuyente al cambio climático y representa aproximadamente el 30 por ciento del calentamiento global desde los niveles preindustriales, según los expertos en clima de la ONU.
El metano permanece en la atmósfera sólo unos 10 años, pero tiene un impacto de calentamiento mucho más potente que el CO2 .
Su efecto de calentamiento es 28 veces mayor que el del CO2 en una escala de tiempo de 100 años (y 80 veces en 20 años).
La cantidad exacta de metano que se libera a la atmósfera sigue estando sujeta a una "significativa incertidumbre", según la AIE, a pesar de los avances en el seguimiento de las emisiones mediante el uso de satélites.
Y los científicos están desconcertados por el aumento constante de metano en la atmósfera, con concentraciones actualmente dos veces y media mayores que los niveles preindustriales.
Fugas de gas y eructos de vaca
La mayoría de las emisiones de metano (alrededor del 60 por ciento) están relacionadas con la actividad humana, dice la AIE, y el resto proviene de fuentes naturales, principalmente humedales.
La agricultura es la principal culpable, responsable de aproximadamente una cuarta parte de esa contaminación.
La mayor parte proviene del ganado (las vacas y las ovejas liberan metano durante la digestión y en el estiércol) y del cultivo de arroz, donde los campos inundados crean condiciones ideales para las bacterias emisoras de metano.
El sector energético (carbón, petróleo y gas) es la segunda fuente más grande de metano causado por el hombre, que se escapa de gasoductos y otras infraestructuras energéticas, o se libera deliberadamente durante los procedimientos de mantenimiento.