Crédito:Philippe Clement, Shutterstock
El verano de 2022 se ha caracterizado en Europa por imágenes de sequía e incendios forestales provocados por olas de calor, incluidas muchas áreas no conocidas por tales extremos. En el momento de escribir este artículo, Europa ya ha registrado más de 12.000 muertes en exceso.
Parece que la tendencia se dirige cada vez más hacia arriba, lo que genera preocupaciones sobre la capacidad de las personas y la infraestructura para hacer frente.
"Las observaciones meteorológicas proporcionan pruebas abrumadoras de que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas en casi todas las regiones del mundo", explica Markus Donat de ICREA y el Barcelona Supercomputing Center. "Las olas de calor simultáneas también están aumentando, lo que dificulta las respuestas transnacionales coordinadas".
La investigación de Donat muestra que la intensidad y la frecuencia de las olas de calor continuarán aumentando con cada décima de grado Celsius de calentamiento global, con regiones terrestres calentándose más rápido que la temperatura media global (que incluye las regiones oceánicas, que tardan más en calentarse).
"En la región del Mediterráneo, por ejemplo, los extremos cálidos aumentarán aproximadamente 1,5 °C por cada grado de calentamiento global. Si las temperaturas globales aumentan 2 °C, se espera que los extremos de calor del Mediterráneo sean 3 °C más cálidos o 6 °C más cálidos. si el calentamiento global alcanza los 4 °C", dice Donat. "En resumen, el sur de Europa podría experimentar temperaturas superiores a 50 °C en las próximas décadas".
De manera preocupante, Donat agrega que no parece haber un límite forzado de forma natural a lo caliente que pueden llegar a ser las cosas:"Mientras las temperaturas globales continúen aumentando, las olas de calor serán aún más calientes".
Predicción de la próxima ola de calor
A medida que los modelos meteorológicos y climáticos se benefician de algoritmos cada vez más sofisticados, alimentados por datos más detallados, las predicciones de eventos extremos se vuelven más precisas. Pero, como comenta Donat, "para predecir con precisión las olas de calor, también debemos tener en cuenta los patrones de circulación atmosférica que las provocan".
Debido a la gran cantidad y complejidad de los factores involucrados, estos son complicados de modelar. A través del proyecto PROTECT, Donat investigó la capacidad de la corriente en chorro para atrapar las ondas atmosféricas naturales llamadas ondas de Rossby, prolongando e intensificando las olas de calor.
Los modelos actuales simulan una amplia gama de variables atmosféricas y oceánicas, y están mejorando en la predicción de otros eventos meteorológicos, como olas de frío extremo o fuertes lluvias.
Esto podría ayudar a informar una variedad de medidas de mitigación y adaptación, como la plantación de árboles en las ciudades para crear áreas sombreadas. Pero como concluye Donat, “los modelos climáticos son claros:la mitigación más eficaz sería reducir las emisiones, evitando un mayor calentamiento”. Imagen:Ola de calor en el Reino Unido