Ubicada en la costa sur de California, Los Ángeles enfrenta graves amenazas por la contaminación del aire y el aumento del nivel del mar. La ciudad es susceptible a la precipitación variable debido a su ubicación geográfica, lo que significa que hay sequías impredecibles, y la población densa contribuye a la contaminación del agua de tormentas de los cuerpos de agua locales.
Mala calidad del aire
Los Ángeles es el hogar del aire más contaminado del país y la ciudad no cumple con las normas federales para la calidad del aire. Los altos niveles de material particulado (partículas que flotan en el aire) y el ozono pueden atribuirse al tráfico y a las plantas de energía. La contaminación del aire, que está vinculada a problemas respiratorios, afecta desproporcionadamente a los barrios de bajos ingresos porque es más probable que se encuentren cerca de fuentes de contaminación, como autopistas y fábricas industriales.
Precipitación variable
Sur California es propenso a los cambios en las precipitaciones y tiene los patrones de precipitación más variables en los Estados Unidos. La precipitación promedio en Los Ángeles y otras ciudades en la costa sur es 17 pulgadas menos que en el norte de California, y las implicaciones ambientales de esto pueden ser duras. Las condiciones de sequía en combinación con bosques densos y altas temperaturas hacen que el sur de California sea vulnerable a los incendios forestales.
El aumento del nivel del mar
Los Ángeles es famoso por su extensa costa que cuenta con playas pobladas por turistas y puertos concurridos que son la base de la economía de la ciudad. El aumento del nivel del mar amenaza al área con tormentas que crean el potencial de inundación, lo que a su vez puede erosionar las playas y la infraestructura costera. El aumento del nivel del mar también es una preocupación para la red de transporte local, que incluye puentes y carreteras que podrían ser destruidas por el impacto de las inundaciones.
Contaminación del agua de lluvia
La contaminación del agua de tormenta es un importante preocupación en Los Ángeles que se ve agravada por los residentes densamente embalados en la ciudad. Todos los días, millones de personas participan en actividades como tirar basura, rociar pesticidas en el césped y rociar con mangueras los caminos y los carros, todo lo cual ocasiona que el agua contaminada viaje a los desagües pluviales y termine en riachuelos, ríos y océanos cercanos. Los resultados de salud pública incluyen las aguas infestadas de bacterias y la degradación del suministro de alimentos de origen marino.