Desde las fértiles llanuras de inundación del río Nilo hasta las ásperas ciénagas del desierto del Sahara, la cultura de los antiguos egipcios prosperó en parte debido a la disponibilidad de recursos naturales, entre ellos las formas naturales de sal. Las sales se extraían, intercambiaban y usaban para muchos propósitos en Egipto, desde aplicaciones domésticas e industriales cotidianas hasta los rituales sagrados de la momificación.
Sal de la Tierra - y Mar
Cuatro de los lagos en el área del delta del Nilo eran conocidos por su contenido de sal, Burullus, Edku, Marout y Manzala. Estos cuerpos de agua salina, junto con el mar Mediterráneo, permitieron a los egipcios recoger la sal directamente de los litorales costeros o por la evaporación del agua de mar. El Wadi Natrun cerca del delta del Nilo (que significa "valle del natron" en árabe) y El Kab en el Alto Egipto son los principales sitios donde se extraía el natron en la antigüedad. Un compuesto de sodio natural como la sal común, el natrón se compone principalmente de un hidrato de carbonato de sodio y en el antiguo Egipto tenía sus propios usos particulares, además de ser empleado para usos muy parecidos a la sal común.
Seasoning, Trade y más
Como en tantas culturas, los egipcios usaban la sal para preservar el pescado seco y sazonar su comida. La sal extendió la vida útil de la abundante cosecha de pescado del Nilo, permitiendo a los egipcios obtener un excedente alimentario y mejorar la economía del país a través del comercio interno y externo, obteniendo productos como el cedro, el vidrio y el tinte púrpura de los fenicios. Natron sirvió como detergente y limpiador de dientes. Las sales también fueron prescritas en diversas mezclas sanitarias por médicos egipcios, se aplicaron en la piel, se tomaron como enema o se administraron por vía oral según la afección.
Industria y arte
Los egipcios son conocidos por su amor por el color y produjo muchas obras bellas con loza, una hermosa sustancia vítrea que recuerda a la turquesa. Para crearlo, el polvo de cuarzo se calentó en un molde para formar amuletos, figurillas y otras artesanías exquisitas, y la sal o el natrón sirvieron como aglutinante en este proceso. Las sales metálicas como el alumbre se usaron para unir la alizarina, un colorante rojo vivo a base de plantas, con fibras o hilos durante la producción textil en un proceso llamado tintura ácida. Las sales también se encontraban entre los materiales utilizados para curar pieles y cueros de animales.
Preparación para la vida después de la muerte
La preparación para la vida después de la muerte era profundamente importante para las creencias religiosas del antiguo Egipto. Las ofrendas funerarias de natrón o sal se dejaron en las tumbas egipcias para los difuntos, así como alimentos que incluyen aves saladas o pescado para disfrutar en el más allá. Una momia tuvo que secarse completamente antes del entierro, y la sal, particularmente el natrón, desempeñó un papel significativo en el proceso de desecación. Las bolsas de cualquiera de las sustancias se empaquetaron alrededor y dentro del cuerpo del sepultado después de que el estómago, los intestinos, los pulmones y el hígado se habían eliminado de él. El procedimiento de secado duró 40 días y fue una parte importante del proceso de momificación más elaborado, que tomó 72 días de principio a fin.