El foco de la taxonomía es la clasificación y el nombre de los organismos. Los científicos clasifican organismos basados en características similares. Para evitar confusiones sobre lo que constituye una similitud, los biólogos establecieron un conjunto de reglas para la clasificación. En taxonomía, los organismos se colocan en una serie de grupos cada vez más específicos y se los nombra según convenciones de nomenclatura estrictas.
¿Qué tipo de similitudes?
Lo primero que deben considerar los científicos al clasificar organismos es qué tipo de similitudes que tienen. El hecho de que dos organismos compartan una característica no significa que deba ubicarse en el mismo grupo. Por ejemplo, tanto las aves como las abejas vuelan, pero lo hacen sobre la base de mecanismos muy diferentes. Estos tipos de rasgos similares se llaman rasgos análogos; se usan para realizar la misma función. Sin embargo, los biólogos clasifican a los organismos en cambio basados en rasgos homólogos. Los rasgos homólogos son similares en sus mecanismos internos. Por ejemplo, el ala de un águila tiene similitudes internas con el ala de un flamenco.
Niveles de clasificación
Los biólogos clasifican los organismos según una jerarquía de categorías cada vez más específicas. Esta jerarquía fue propuesta por Carl Linnaeus en el siglo XVIII. Linneo propone siete categorías de especificidad creciente: reino, phylum, clase, orden, familia, género y especie. Mientras Linneo originalmente describió solo el reino vegetal y animal, otros modelos incluyen cinco o más reinos. Algunos modelos taxonómicos modernos también tienen una categoría más amplia llamada dominio por encima del reino. La categoría taxonómica más específica para un organismo es su especie. En general, esto se refiere a un grupo de organismos que se reproducen naturalmente dentro de ese grupo.
Convenciones de nomenclatura
Linnaeus también estableció convenciones de nomenclatura estrictas para todos los organismos. Los nombres científicos de organismos implican versiones latinas o latinizadas de palabras no latinas. Estos nombres normalmente están en cursiva cuando se escriben. La versión binomial del nombre científico tiene dos partes: el género y la especie. Por ejemplo, los humanos son Homo sapiens. Homo es el género, y sapiens es la especie. El nombre de la especie de un organismo normalmente implica la primera letra del nombre del género seguido del nombre de la especie en minúscula. Por ejemplo, el nombre de la especie humana es H. sapiens.
Aplicaciones
La taxonomía está contenida en una rama más grande de la biología llamada sistemática. La sistemática se ocupa de la evolución y la relación de los organismos, así como de la clasificación. Por lo tanto, los biólogos usan los datos y las clasificaciones de la taxonomía para construir árboles evolutivos para organismos. Los biólogos pueden construir estos diagramas basándose en una serie de criterios diferentes, y estos métodos de diagramación pueden usarse para generar hipótesis sobre la historia evolutiva.