Emisiones de dióxido de carbono por nivel de ingresos. Crédito:Banco Mundial
Al señalar que el estilo de vida occidental no es "la norma y el objetivo final de la evolución social", el equipo de investigación del Dr. Mohsen Kayal (Universidad de Perpignan, Francia) contribuye al debate sobre la urgencia de lograr la sostenibilidad, como lo enciende el artículo ampliamente publicitado "Advertencia de los científicos mundiales a la humanidad:un segundo aviso" publicado en Biociencia en 2017. Su artículo de respuesta en la revista de acceso abierto Repensar la ecología hace hincapié en que las sociedades de los países en desarrollo suelen depender más de los recursos naturales, aunque sea el menos responsable de la crisis ecológica.
Al tiempo que expresa su apoyo y respaldo explícitos al llamado realizado en el documento original, el equipo argumenta que varias de sus recomendaciones "abordan los síntomas en lugar de las causas fundamentales", mientras se aleja de los patrones históricos y los impulsores subyacentes del sistema socioeconómico mundial, a saber, los relacionados con la desigualdad de la riqueza, demografía humana, y producción de alimentos.
Según los investigadores, La sostenibilidad universal deseada no se puede lograr en una situación de distribución desigual de la riqueza. Destacan el vínculo entre el consumismo y el neocolonialismo en la sociedad occidental y el deterioro ambiental. Mientras tanto, Las comunidades del mundo en desarrollo son mucho más vulnerables a los desastres ecológicos y sus países de origen están siendo sobreexplotados y comprometidos para la producción de una parte importante de los productos básicos vendidos en todo el mundo.
La distribución desigual también es evidente en la huella ecológica del mundo occidental en oposición a las regiones más pobres. El equipo del Dr. Mohsen Kayal cuestiona la apelación hecha en el documento Advertencia a la Humanidad de que restringir las tasas de natalidad es la principal preocupación cuando se trata de mitigar el efecto antropogénico en el planeta. Bastante, argumentan que es el consumo excesivo de recursos y las prácticas destructivas del ecosistema observadas en el estilo de vida occidental lo que debe priorizarse.
Emisiones de dióxido de carbono per cápita frente al PIB per cápita (2016). Crédito:Global Carbon Project, Maddison (2017)
Citando los datos de 2017 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, los autores señalan que de hecho se están produciendo suficientes alimentos para satisfacer las necesidades de incluso más personas en la Tierra de las que hay actualmente. Sin embargo, es nuevamente la distribución desigual de los recursos lo que da como resultado tanto el hambre como la obesidad. Mientras tanto, la sustitución del modelo industrial actual de agricultura por un conjunto de prácticas respetuosas con el medio ambiente (por ejemplo, cultivos de cobertura, diversas rotaciones de cultivos), la adopción de una agricultura de base ecológica y un pastoreo bien gestionado podría preservar los suelos y sus propiedades, al mismo tiempo que aumentan los rendimientos, resiliencia al cambio climático y desarrollo socioeconómico.
"La sostenibilidad solo se puede lograr dando prioridad a la ética global, incluida la igualdad universal y el respeto por todas las formas de vida, ", concluyen los autores del documento Response." Ya existen soluciones sostenibles a la crisis socioecológica de la Tierra, sin embargo, la humanidad todavía necesita darse cuenta de que seguir las mismas prácticas que crearon estos problemas no los va a resolver ".
Comercio mundial de recursos. Crédito:Casa Chatham