Se ha utilizado por primera vez una prueba desarrollada por científicos de la Universidad para verificar si hay fugas en los sitios de captura y almacenamiento de carbono (CCS).
Los investigadores hicieron uso de su prueba pionera para CCS, en la que las emisiones de dióxido de carbono creadas por el hombre se almacenan bajo tierra, en un sitio de almacenamiento en Canadá.
Investigadores de Scottish Carbon Capture &Storage (SCCS) han desarrollado una forma de medir pequeños rastros de gases naturales inactivos, conocidos como gases nobles, encontrado en CO2.
Estos gases nobles varían dependiendo de si el CO2 se encuentra justo debajo del suelo o en las profundidades. permitiendo a los científicos tomar las huellas dactilares de una muestra e identificar su origen.
Pruebas de fugas
La técnica, desarrollado por científicos de la Universidad de Edimburgo, se ha utilizado de manera concluyente para investigar una supuesta fuga de CO2 inyectado bajo tierra en una granja en Saskatchewan, Canadá.
La prueba mostró que los altos niveles de CO2 registrados en la granja provenían de los humedales cercanos y no se filtraban desde un sitio de CCS en el cercano campo petrolífero de Weyburn.
Si bien los estudios han demostrado que pequeñas cantidades de filtración de CO2 no suponen una amenaza significativa para la salud humana, La nueva prueba permitirá a los científicos y desarrolladores de sitios de almacenamiento asegurar a los residentes que los sitios de almacenamiento de CO2 son seguros.
Potencial de prueba
La técnica será útil en países, como Canadá y EE. UU., donde el almacenamiento de CO2 en tierra ya está en marcha.
En el Reino Unido, que tiene un amplio almacenamiento de CO2 en alta mar, Los científicos están investigando cómo se puede combinar esta prueba con otros métodos de monitoreo en alta mar.
El estudio ha sido publicado en la Revista Internacional de Control de Gases de Efecto Invernadero y fue financiado por el Consejo de Investigación del Medio Ambiente Natural y SCCS.
"La captura y almacenamiento de carbono es un medio esencial para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, que se necesita para limitar el calentamiento global a 2 ° C, como se acordó internacionalmente recientemente en París. Almacenar de forma segura el CO2 capturado es fundamental para su éxito y nuestro método de identificación de cualquier fuga debería dar seguridad a las comunidades locales. Nuestro trabajo proporciona una forma sencilla de detectar fugas de forma sencilla y sin ambigüedades en futuros sitios de almacenamiento, utilizando la huella dactilar de los gases nobles que el CO2 recoge durante el almacenamiento, "dice el Dr. Stuart Gilfillan.