Aquí hay algunas características clave de los sedimentos sin clasificar:
* Variedad de tamaños de grano: Contienen una mezcla de partículas finas (como arcilla y limo) junto con partículas más grandes (como arena, grava y rocas).
* Distribución aleatoria: Los diferentes tamaños de grano se distribuyen al azar, sin ningún patrón u organización clara.
* Falta de estratificación: A diferencia de los sedimentos ordenados, no forman capas distintas basadas en el tamaño o la composición de partículas.
* causado por una deposición rápida: Los sedimentos no organizados son a menudo el resultado de procesos rápidos de deposición, como deslizamientos de tierra, depósitos glaciales o flujos de escombros, donde no hay suficiente tiempo para que el sedimento se resuelva.
Ejemplos de sedimentos sin clasificar:
* hasta: Este es un sedimento glacial sin clasificar depositado directamente del hielo.
* flujos de escombros: Estos son flujos rápidos de agua y sedimentos que pueden transportar una amplia gama de materiales, lo que resulta en depósitos no organizados.
* pendientes de astrágalo: Estas son acumulaciones de fragmentos de roca en la base de los acantilados, a menudo formadas por caídas de rocas.
En contraste con los sedimentos no organizados, los sedimentos ordenados son:
* Organizado por tamaño de grano: Por lo general, tienen capas o estratos donde las partículas de tamaño similar se agrupan.
* formado por procesos de deposición más lentos: La clasificación ocurre cuando los sedimentos se transportan por agua o viento a distancias más largas, lo que permite que las partículas más pequeñas se lleven más lejos.
Comprender si los sedimentos están clasificados o no organizados pueden proporcionar información valiosa sobre el entorno deposicional y los procesos que dieron forma al paisaje.