Medidas directas:
* GPS (sistema de posicionamiento global): Las estaciones GPS se colocan a cada lado de la falla. Estas estaciones usan satélites para medir cambios precisos en la ubicación con el tiempo. Esto permite la detección del movimiento lento y continuo de fallas.
* Tiltmeters: Estos instrumentos miden los cambios en la pendiente del suelo, que pueden indicar el movimiento de fallas.
* Metímetros de cepas: Los medidores de cepas miden la deformación de la corteza terrestre, que puede ser causada por el movimiento de falla.
* metros de fluencia: Estos dispositivos miden el movimiento lento y continuo del suelo a lo largo de una falla.
Mediciones indirectas:
* Monitoreo sísmico: Los terremotos son un resultado directo del movimiento de fallas. Al monitorear la actividad sísmica, los geólogos pueden rastrear la ubicación y la frecuencia de los terremotos, lo que puede indicar el movimiento de fallas.
* Medidas geodéticas: Estas mediciones utilizan técnicas precisas como el radar de abertura sintética interferométrica (Insar) para detectar cambios en la elevación del suelo y la deformación en grandes áreas. Esto puede revelar un movimiento sutil de fallas.
* Monitoreo geoquímico: Algunas fallas están asociadas con cambios en la composición de agua subterránea o gases. Monitorear estos cambios puede proporcionar pistas sobre la actividad de fallas.
* Tensado remoto: Los satélites pueden usar diversas técnicas para medir los cambios en la superficie de la Tierra, incluidos los cambios en la vegetación, la elevación y el agua superficial. Esto puede revelar signos de movimiento de fallas.
Otras técnicas:
* Paleoseismology: Estudios de terremotos pasados y movimiento de fallas basados en evidencia geológica como capas de compensación, trincheras y depósitos.
* Registros históricos: Estudiar relatos históricos de terremotos y otros eventos geológicos puede proporcionar datos valiosos sobre la actividad de fallas.
El equipo específico utilizado y los datos recopilados dependen de la escala de la falla, el tipo de movimiento esperado y el nivel de detalle deseado. Por ejemplo, las estaciones GPS se usan comúnmente para monitorear los movimientos de fallas a gran escala, mientras que los metros de fluencia son más adecuados para medir el movimiento lento y continuo a lo largo de fallas más pequeñas.
Es importante tener en cuenta que el monitoreo de fallas es un proceso complejo que requiere una combinación de diferentes técnicas para proporcionar una comprensión integral del comportamiento de fallas.