1. Diferencias compositivas:
* densidad: La corteza continental se compone principalmente de rocas menos densas como el granito, mientras que la corteza oceánica está compuesta de basalto más denso. Esta diferencia en la densidad significa que la corteza continental "flota" más alta en el manto que la corteza oceánica.
* Espesor: La corteza continental es significativamente más gruesa que la corteza oceánica (alrededor de 30-70 km frente a 5-10 km). Este mayor grosor también contribuye a su mayor elevación.
2. Equilibrio isostático:
* flotabilidad: La litosfera de la Tierra (corteza y manto superior) flota en la astenosfera (una capa semi-molenada en el manto superior). Este principio de isostasy explica por qué la corteza se eleva o se hunde hasta que alcanza el equilibrio con las fuerzas que actúan sobre ella. La corteza continental, siendo menos densa, desplaza más material del manto y, por lo tanto, aumenta más.
3. Erosión y sedimentación:
* Montañas: Durante largos períodos, la erosión de las montañas y otras áreas de alta elevación crea sedimentos que se transportan y depositan en áreas más bajas, incluidas las cuencas oceánicas. Este proceso redistribuye efectivamente la masa, contribuyendo aún más a la diferencia de elevación entre continentes y océanos.
4. Tectónica de placas:
* zonas de subducción: En las zonas de subducción, donde la corteza oceánica se empuja debajo de la corteza continental, la corteza continental a menudo se eleva como resultado de la colisión y las fuerzas involucradas.
En resumen: La mayor elevación de la corteza continental es el resultado de su menor densidad, mayor grosor y el efecto combinado del equilibrio isostático, la erosión y los procesos tectónicos de la placa.