* Tiempos antiguos: Los antiguos griegos tenían algunas ideas sobre la composición de la tierra. Creían en un núcleo central de fuego, pero su comprensión se basaba en la observación en lugar de la evidencia científica.
* siglo XVII: Robert Hooke, un científico inglés, propuso que la tierra podría tener un núcleo fundido basado en sus observaciones de volcanes y terremotos.
* siglo XVIII: Pierre-Simon Laplace, un matemático francés, sugirió que la tierra se formó a partir de una nube giratoria de gas y polvo.
* siglo XIX: La invención del sismógrafo (una herramienta para medir las ondas de terremotos) permitió a los científicos estudiar cómo las ondas sísmicas viajan por la tierra. Estos estudios revelaron que el interior de la Tierra no es uniforme.
* principios del siglo XX: Richard Oldham, un sismólogo británico, identificó el núcleo de la Tierra en 1906. Se dio cuenta de que algunas ondas sísmicas se refractaron (dobladas) mientras viajaban por la tierra, sugiriendo un límite distinto.
* mediados del siglo XX: En 1936, Inge Lehmann descubrió el núcleo interno de la Tierra. Observó que algunas ondas sísmicas viajaron a través del núcleo interno más rápido de lo que viajaron a través del núcleo exterior, lo que indica un estado de materia diferente.
* finales del siglo XX: El desarrollo de técnicas de imágenes avanzadas como la tomografía sísmica permitió a los científicos crear modelos detallados de la estructura interna de la Tierra.
Por lo tanto, es más exacto decir que nuestra comprensión de las capas de la Tierra ha evolucionado con el tiempo, con grandes avances que ocurren en diferentes puntos de la historia. Es un proceso continuo, y los científicos están constantemente refinando su conocimiento sobre el interior de nuestro planeta.