1. Paleoecología: Esto implica estudiar los tipos de fósiles encontrado en una capa de roca en particular. Diferentes organismos prosperan en diferentes entornos, por lo que la presencia de ciertos fósiles puede decirnos sobre el clima, las condiciones del agua e incluso los tipos de plantas y animales que existían en un área específica en el pasado. Por ejemplo:
* fósiles marinos Al igual que el coral y los mariscos indican un ambiente marino pasado.
* fósiles de plantas tropicales Al igual que las palmeras sugieren un clima cálido y húmedo.
* fósiles de grandes herbívoros Sugerir la presencia de vastas pastizales.
2. Estratigrafía: Este método se centra en el orden y la posición de las capas rocosas. Dado que los fósiles a menudo se conservan en rocas sedimentarias, su posición dentro de las capas de rocas proporciona información sobre la edad relativa de diferentes entornos. Esto permite a los científicos rastrear los cambios con el tiempo:
* La presencia de ciertos fósiles en capas más antiguas y su ausencia en capas más nuevas Indica un cambio en las condiciones ambientales, tal vez debido a un cambio en el nivel climático o del mar.
* Comparación de conjuntos fósiles en diferentes capas puede revelar cambios graduales o repentinos en un ecosistema durante millones de años.
Al combinar estos dos enfoques, los científicos pueden reconstruir entornos pasados con detalles notables y comprender los cambios ambientales que han dado forma a nuestro planeta.