1. Las placas de la Tierra: La capa externa de la Tierra, llamada litosfera, se divide en piezas grandes y rígidas llamadas placas tectónicas. Estas placas se mueven constantemente, aunque muy lentamente, debido a las corrientes de convección en el manto de la Tierra.
2. Interacciones de la placa: Cuando estas placas interactúan, pueden chocar, separarse o deslizarse entre sí. Estas interacciones son las que causan terremotos.
3. Estrés de construcción: A medida que se mueven las placas, ejercen fuerza entre sí. Esta fuerza se acumula con el tiempo, causando una deformación gradual de las rocas a lo largo de los límites del plato. Piense en ello como doblar un trozo de madera:cuanto más se dobla, más estrés le pondrá hasta que se rompe.
4. La falla: El límite entre dos placas se llama falla. Estas son zonas de debilidad en las que es más probable que las rocas se rompan.
5. La liberación de energía: Cuando el estrés en las rocas excede la fuerza de las rocas, de repente se rompen y cambian por la falla. Este movimiento repentino libera una tremenda cantidad de energía, que viaja a medida que las ondas sísmicas a través de la tierra. Estas olas son lo que sentimos como un terremoto.
6. Réplicas: Después del terremoto principal, los terremotos más pequeños, llamados réplicas, pueden ocurrir a medida que las rocas circundantes se ajustan a la nueva posición de la falla.
En resumen: La tectónica de placas explica cómo el movimiento de las placas de la Tierra, a través de interacciones en sus límites, hace que el estrés se acumule en rocas, lo que eventualmente conduce a su liberación repentina como ondas sísmicas, creando terremotos.