Límites de la placa convergente:
* colisión: Cuando dos placas continentales chocan, tienen densidades similares y ninguno puede subducir (deslizar debajo de la otra). Esto lleva a un poderoso empuje hacia arriba, doblando y abrochando la masa terrestre, creando enormes cadenas montañosas. Piense en el Himalaya, formado por la colisión de las placas indias y eurasiáticas.
* subducción: Cuando una placa oceánica choca con una placa continental, la placa oceánica más densa se subduce debajo de la placa continental. Este proceso hace que la placa Continental se abrochara y eleva, creando cadenas montañosas como los Andes. La placa oceánica subducida también se derrite, lo que lleva a la actividad volcánica, a menudo acompañando estas cadenas montañosas.
Límites de placa de deslizamiento (transformación):
* Movimiento lateral: Las placas se deslizan horizontalmente entre sí, creando fricción y actividad sísmica, pero no una elevación significativa. Esto conduce a fallas y trincheras en lugar de montañas. La falla de San Andreas en California es un ejemplo.
Límites de placa divergente:
* Separación: Las placas se separan, creando una nueva corteza oceánica en las crestas de mediados del océano. Si bien esto conduce a la actividad volcánica, principalmente crea montañas y valles submarinos. La cresta del Atlántico Medio es un excelente ejemplo.
En resumen:
Los límites de placa convergentes, con sus colisiones y procesos de subducción, son los principales impulsores de la formación de montañas debido a las inmensas fuerzas involucradas. Conducen al plegamiento y la elevación de la corteza terrestre, creando los imponentes picos que vemos en estas regiones. Los límites deslizantes y divergentes, por otro lado, carecen de las fuerzas de compresión necesarias para construir montañas.