1. Flujos piroclásticos: Estas son corrientes rápidas de gas caliente y restos volcánicos que pueden viajar a velocidades de hasta 450 mph (724 km/h). Son extremadamente destructivos, capaces de nivelar bosques y pueblos enteros. La erupción de 1980 de Mount St. Helens en el estado de Washington es un excelente ejemplo del poder devastador de los flujos piroclásticos.
2. Lahars: Estos son flujos de lodo de rápido movimiento compuestos de restos volcánicos mezclados con agua. Se pueden activar por fuertes lluvias, la fusión de la nieve y el hielo por calor volcánico, o por el colapso de los flancos volcánicos. Lahars puede viajar largas distancias y enterrar paisajes enteros.
3. Bombas volcánicas: Estas son grandes piezas de roca volcánica expulsadas durante una erupción. Pueden ser muy destructivos, causando daños y víctimas generalizados.
4. Ceniza caída: Las cenizas volcánicas finas se pueden expulsar a la atmósfera durante una erupción y transportarse por vientos a grandes distancias. Ashfall puede causar una interrupción significativa para los viajes aéreos, la agricultura e infraestructura. También puede contaminar el suministro de agua y dañar los edificios y los cultivos.
5. Flujos de lava: Si bien los volcanes compuestos se conocen principalmente por sus erupciones explosivas, también pueden producir flujos de lava. Estos flujos son más lentos que los flujos piroclásticos, pero aún pueden causar daños significativos a la propiedad e infraestructura.
6. Emisiones de gas: Los volcanes compuestos liberan grandes cantidades de gases durante las erupciones, incluyendo dióxido de azufre, dióxido de carbono y sulfuro de hidrógeno. Estos gases pueden ser perjudiciales para la salud humana y el medio ambiente.
7. Tsunamis: Algunos volcanes compuestos se encuentran en o cerca del océano. Si sus flancos colapsan o si una erupción desencadena un deslizamiento de tierra bajo el agua, puede generar un tsunami que puede causar una destrucción generalizada en las costas cercanas.
Es importante recordar que las fuerzas destructivas específicas asociadas con un volcán compuesto particular dependerán del tipo de erupción, el volumen de material liberado y la topografía circundante.