1. Vaporización rápida: La temperatura extremadamente alta de la lava (generalmente alrededor de 1200 a 2200 grados Celsius o 2200 a 4000 grados Fahrenheit) provocaría la vaporización instantánea de cualquier agua en la superficie de la Tierra, incluidos océanos, lagos, ríos e incluso la humedad del aire. Esto daría como resultado la rápida expansión del vapor de agua, creando inmensas explosiones de vapor y ondas de choque.
2. Nubes de ceniza y oscuridad: La actividad volcánica y la lluvia de lava liberarían enormes cantidades de ceniza y polvo a la atmósfera. Estas partículas bloquearían la luz solar, provocando oscuridad global. Las cenizas podrían permanecer en la atmósfera durante semanas o incluso meses, provocando un enfriamiento dramático de la superficie del planeta.
3. Terremotos y erupciones volcánicas: El inmenso calor de la lluvia de lava provocaría una actividad sísmica generalizada. Se producirían simultáneamente terremotos de diversas magnitudes, lo que provocaría temblores de tierra, deslizamientos de tierra, tsunamis y nuevas erupciones volcánicas. Las placas tectónicas estarían sometidas a una tensión inmensa, lo que podría provocar cambios continentales.
4. Alteración ambiental: La lluvia de lava causaría estragos en los ecosistemas de la Tierra, destruiría la vida vegetal y animal y alteraría las cadenas alimentarias. Se destruirían bosques, pastizales y zonas agrícolas, lo que provocaría una crisis ecológica mundial.
5. Víctimas humanas: Los acontecimientos catastróficos provocarían una pérdida generalizada de vidas humanas. Millones, si no miles de millones, de personas morirían debido al calor extremo, la caída de lava, la inhalación de cenizas, el hambre y la falta de recursos básicos. Las ciudades y civilizaciones serían destruidas, lo que llevaría al colapso social.
6. Cambio climático: El impacto a largo plazo sobre el clima de la Tierra sería profundo. Las cenizas y el polvo de la atmósfera provocarían un enfriamiento global, pero eventualmente, los gases de efecto invernadero liberados por la actividad volcánica calentarían el planeta. Esto podría desencadenar un patrón climático caótico e impredecible.
7. Supervivientes: Un pequeño porcentaje de la humanidad podría sobrevivir en focos aislados o búnkeres subterráneos. Sin embargo, enfrentarían desafíos inmensos, como la escasez de alimentos, la exposición a la radiación y la abrumadora tarea de reconstruir un mundo destrozado.
Es importante señalar que este escenario es hipotético y extremo. La mayor parte de la lava se limita a erupciones volcánicas terrestres o submarinas. Sin embargo, sirve para resaltar los posibles efectos devastadores de una lluvia de lava global, aunque improbable.