Las morrenas se componen principalmente de una mezcla de sedimentos, que incluyen arena, grava, guijarros y cantos rodados, que son transportados y depositados por los glaciares. Si bien las morrenas pueden contener fragmentos de arcilla y roca, no son sus constituyentes principales. La composición de las morrenas varía según la fuente del hielo glacial y la geología local de la zona.