La erosión es un proceso continuo que se produce mientras existan fuerzas que la impulsen, como el viento, el agua, el hielo o la gravedad. La tasa de erosión depende de varios factores, incluido el poder erosivo del agente, la resistencia del material que se está erosionando y la presencia de factores protectores como la vegetación o la cubierta rocosa. Por lo tanto, la erosión puede durar poco tiempo o persistir en escalas de tiempo geológicas.