1. Observación física :
- Con solo coger un puñado de tierra y exprimirlo, se puede observar la presencia de contenido de agua en función de su textura y nivel de humedad. Si la tierra se siente húmeda, húmeda o forma una forma compacta cuando se aprieta, indica la presencia de agua.
2. Prueba de gota de agua :
- Coge una pequeña cantidad de tierra y colócala sobre una superficie limpia y seca como una toalla de papel o un plato.
- Dejar reposar la tierra durante unos minutos.
- Después de un rato, observe el área alrededor de la muestra de suelo.
- Si hay agua presente en el suelo, ésta comenzará a esparcirse fuera de la muestra, oscureciendo la superficie circundante. Esto confirma la presencia de agua en el suelo.
3. Evaporación y Condensación :
- Llene un frasco de vidrio o un vaso de precipitados con la muestra de suelo, dejando un espacio vacío en la parte superior.
- Tapar bien el tarro con un film transparente o papel de aluminio.
- Colocar el tarro tapado en un lugar soleado o cerca de una fuente de calor.
- Después de un tiempo, revise la superficie interior del film plástico o papel de aluminio.
- Si hay agua presente en el suelo, se evaporará debido al calor y se condensará en la superficie más fría de la cubierta, formando pequeñas gotas. Esto demuestra la presencia de agua en el suelo.
4. Comparación de peso :
- Pesar un recipiente vacío.
- Añadir una muestra de suelo seco al recipiente y pesarlo nuevamente.
- Registrar el peso del recipiente con tierra seca.
- Colocar el recipiente con tierra seca en un lugar soleado o cerca de una fuente de calor para permitir que se evapore toda la humedad.
- Una vez completamente seco pesar nuevamente el recipiente.
- La diferencia de peso entre el recipiente con suelo seco y el recipiente con la muestra de suelo original representa la cantidad de agua presente en el suelo.
Al realizar estos sencillos experimentos, podrá observar y demostrar la presencia de contenido de agua en muestras de suelo.