El proceso de formación del suelo comienza con la erosión y rotura de las rocas. Esta desintegración física puede ocurrir a través de varios mecanismos, como cambios de temperatura, congelación y descongelación, flujo de agua, erosión eólica y penetración de las raíces de las plantas. El material resultante, conocido como regolito, es la etapa inicial de formación del suelo.