La erosión costera puede tener una serie de efectos negativos en el océano, entre ellos:
- Pérdida de hábitat: La erosión costera puede destruir hábitats importantes para la vida marina, como los arrecifes de coral, las praderas marinas y las marismas. Estos hábitats proporcionan alimento, refugio y zonas de reproducción para una variedad de especies marinas.
- Aumento de la sedimentación: La erosión costera puede provocar una mayor sedimentación de las aguas costeras, lo que puede sofocar los arrecifes de coral y las praderas marinas. Los sedimentos también pueden obstruir los aparejos de pesca y dañar los motores marinos.
- Pérdida de playa: La erosión costera puede provocar la desaparición de las playas, lo que puede tener un impacto negativo en el turismo y la recreación. Las playas también brindan una protección importante a las comunidades costeras contra tormentas e inundaciones.
- Contaminación: La erosión costera puede liberar contaminantes nocivos al océano, como metales pesados y pesticidas. Estos contaminantes pueden contaminar el agua y hacerla insegura para nadar, pescar y otras actividades recreativas.
- Cambio climático: El cambio climático está acelerando la tasa de erosión costera al hacer que el nivel del mar aumente y las tormentas se vuelvan más intensas. Esto está poniendo en mayor riesgo a las comunidades costeras y los ecosistemas marinos.