Las características geológicas no causan tornados. Los tornados son principalmente fenómenos atmosféricos influenciados por diversos factores meteorológicos, como la inestabilidad atmosférica, la cizalladura del viento y la presencia de humedad y temperaturas cálidas. Las características geológicas como montañas, valles o cuerpos de agua pueden influir en los patrones climáticos locales, pero no causan tornados directamente.