La composición del magma también influye en la formación de la obsidiana. La obsidiana normalmente se forma a partir de magmas ricos en sílice (SiO2) y con bajo contenido de agua. Estos magmas son muy viscosos, lo que significa que fluyen lentamente y no permiten que los cristales crezcan fácilmente. El rápido enfriamiento de estos magmas viscosos da como resultado la formación de obsidiana.
La obsidiana se encuentra comúnmente en regiones volcánicas de todo el mundo, como Hawaii, Islandia e Italia. Es un material popular para fabricar joyas, objetos de arte y herramientas debido a su textura vítrea única y sus bordes afilados.