- Cavar un hoyo . El primer paso es cavar un hoyo en el suelo. El pozo debe tener al menos 1 metro (3 pies) de profundidad y 1 metro de ancho. Los lados del hoyo deben ser verticales y el fondo del hoyo debe ser plano.
- Describir el suelo . Una vez cavado el hoyo, puedes comenzar a describir el suelo. Esto incluye la textura, el color y la estructura del suelo. También debes notar la presencia de rocas, raíces u otros objetos en el suelo.
- Tomar una muestra de suelo . El siguiente paso es tomar una muestra de suelo. Esto se puede hacer usando una barrena de suelo o una pala. La muestra de suelo debe tomarse del fondo del pozo y debe pesar unos 100 gramos (3 onzas).
- Etiquetar la muestra de suelo . La muestra de suelo debe etiquetarse con la fecha, ubicación y profundidad a la que se tomó. También debes darle a la muestra de suelo un identificador único.
- Enviar la muestra de suelo a un laboratorio . Luego, la muestra de suelo se puede enviar a un laboratorio para su análisis. El laboratorio podrá determinar las propiedades físicas y químicas del suelo.
- Interpretar los resultados de laboratorio . Una vez recibidos los resultados del laboratorio, podrá comenzar a interpretarlos. Esto le permitirá comprender las propiedades del suelo y cómo pueden afectar el crecimiento de las plantas.