1. Pobreza y violencia en Centroamérica: Muchos de los menores no acompañados provienen de países centroamericanos como Guatemala, Honduras y El Salvador, que tienen altos niveles de pobreza y violencia. Estas condiciones dificultan que las familias puedan mantener a sus hijos y mantenerlos seguros.
2. Reagrupación familiar: Muchos de los menores no acompañados buscan reunirse con familiares que ya viven en Estados Unidos. Esto puede incluir padres, hermanos u otros familiares.
3. Desinformación: Algunos menores no acompañados también están cruzando la frontera porque han sido engañados sobre el proceso de solicitud de asilo o sobre las oportunidades disponibles para ellos en Estados Unidos. Esta información errónea puede provenir de contrabandistas, coyotes o incluso familiares y amigos.
4. Redes criminales: Las bandas criminales y los cárteles de la droga a veces obligan o coaccionan a los niños a cruzar la frontera, utilizándolos para contrabandear drogas o participar en otras actividades delictivas.
5. Desastres naturales: Los desastres naturales como huracanes y terremotos también pueden provocar un aumento de menores no acompañados que cruzan la frontera. Esto puede deberse a la falta de alimentos y recursos después del desastre.