1. Ingestión de arena:El consumo de grandes cantidades de arena puede provocar problemas gastrointestinales, como dolores de estómago y problemas digestivos. Los niños que juegan en la playa pueden ingerir arena accidentalmente, especialmente si realizan actividades como construir castillos de arena o jugar en las olas.
2. Bacterias y parásitos:La arena de la playa puede albergar diversos microorganismos, incluidos bacterias y parásitos. Si se ingieren estos microorganismos, pueden provocar síntomas gastrointestinales como dolores de estómago, diarrea y náuseas. Factores como un saneamiento deficiente, prácticas de higiene inadecuadas o una manipulación inadecuada de alimentos y bebidas en la playa pueden aumentar el riesgo de ingerir bacterias dañinas.
3. Contaminación del agua:En ocasiones, las playas pueden experimentar contaminación del agua debido a factores como la descarga de aguas residuales, escorrentías agrícolas o una gestión inadecuada de las aguas residuales. Nadar o chapotear en agua contaminada puede provocar la ingestión de microorganismos dañinos, lo que provoca dolores de estómago y otros problemas gastrointestinales.
4. Exposición al sol y deshidratación:Pasar horas prolongadas en la playa puede exponer a las personas a la luz solar y al calor excesivos, lo que provoca deshidratación. La deshidratación puede causar diversos problemas de salud, como malestar estomacal, náuseas y dolores de cabeza.
5. Alimentos y bebidas:el consumo de alimentos y bebidas contaminados o en mal estado en la playa también puede contribuir a los dolores de estómago. La manipulación y el almacenamiento adecuados de los alimentos son esenciales para prevenir enfermedades transmitidas por los alimentos.
Para minimizar el riesgo de dolores de estómago relacionados con la arena de la playa, es importante practicar una buena higiene, evitar tragar arena y mantenerse hidratado consumiendo agua potable limpia. Si experimentas malestar estomacal persistente después de visitar la playa, consulta con un profesional de la salud para determinar la causa y recibir el tratamiento adecuado.