Los investigadores creen que los sapos pueden sentir estos cambios en el campo magnético de la Tierra porque tienen un órgano especializado llamado "magnetosoma". Este órgano contiene cristales magnéticos que se alinean con el campo magnético de la Tierra y ayudan a los sapos a navegar. Cuando el campo magnético de la Tierra cambia, los magnetosomas pueden enviar una señal al cerebro del sapo, lo que desencadena una respuesta conductual.
El estudio se basa en observaciones de sapos en el laboratorio y en el campo. En el laboratorio, los sapos fueron expuestos a campos magnéticos débiles similares a los que ocurren antes de los terremotos, y se monitoreó su comportamiento. Los sapos mostraron una mayor actividad y se alejaron de la fuente del campo magnético. En el campo, se monitorearon sapos antes, durante y después de los terremotos en Japón. Los sapos mostraron cambios de comportamiento similares antes y durante los terremotos, lo que sugiere que pueden sentir estos eventos con anticipación.
Los investigadores creen que los sapos pueden usar su sentido magnético para detectar terremotos porque son sensibles a cambios en el campo magnético de la Tierra que son demasiado débiles para que los humanos los detecten. Esta capacidad puede haber evolucionado como una forma para que los sapos evitaran a los depredadores y encontraran comida. Sin embargo, los investigadores también sugieren que la capacidad de los sapos para detectar terremotos podría ser una herramienta útil para predecir terremotos en el futuro.
El estudio es un paso prometedor hacia la comprensión de cómo los animales podrían predecir los terremotos. Se necesitan más investigaciones para confirmar los hallazgos del estudio y determinar cómo se podría utilizar el sentido magnético de los sapos para la predicción de terremotos. Sin embargo, el estudio sugiere que los sapos pueden ser una herramienta valiosa para ayudar a proteger a los humanos de los peligros de los terremotos.