Aquí hay algunas observaciones e indicaciones que pueden haber sugerido la posibilidad de una erupción:
1. Actividad sísmica:El monitoreo sísmico alrededor de la Isla Blanca registró un aumento de terremotos volcánicos en las semanas previas a la erupción. Estos terremotos pueden indicar movimiento de magma o flujo de fluido dentro del volcán, lo que sugiere posibles disturbios.
2. Emisiones de gases:Las mediciones de las emisiones de gases volcánicos, particularmente dióxido de azufre (SO2), mostraron un aumento significativo en los días previos a la erupción. Las elevadas emisiones de gases pueden ser una señal de una mayor actividad volcánica y de liberación de gases del magma.
3. Deformación del suelo:Las observaciones satelitales y las mediciones terrestres detectaron cambios sutiles en la forma y elevación del terreno cerca de la Isla Blanca. Estas deformaciones del suelo pueden estar asociadas con el movimiento del magma y la presurización dentro del volcán.
4. Cambios de temperatura:El monitoreo térmico mediante imágenes satelitales y cámaras terrestres capturó un aumento en las temperaturas de la superficie en White Island. Este aumento de temperatura podría indicar la presencia de magma caliente cerca de la superficie.
5. Erupciones históricas:White Island tiene una historia de erupciones, incluidas varias erupciones pequeñas en las últimas décadas. Comprender la actividad pasada del volcán puede proporcionar información sobre su potencial para futuras erupciones.
Es importante señalar que las erupciones volcánicas son fenómenos naturales complejos y predecir el momento exacto y la naturaleza de una erupción sigue siendo un desafío. Los científicos utilizan una combinación de técnicas de monitoreo, datos históricos y estudios geológicos para evaluar los riesgos volcánicos y comunicar los peligros potenciales al público y a las autoridades. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, algunas erupciones aún pueden ocurrir con advertencia limitada o pueden ser difíciles de predecir con precisión.