Por lo tanto, el estudio de la temperatura de estos sedimentos marinos podría ayudar a los científicos a identificar las zonas donde el riesgo de grandes terremotos es mayor. Al centrarse en áreas donde los sedimentos están más calientes y, por lo tanto, es más probable que se deslicen, los científicos pueden predecir mejor dónde y cuándo podría ocurrir el próximo gran terremoto.
Recientemente, los investigadores utilizaron tecnología de sonar para mapear las temperaturas debajo del fondo marino frente a la costa de Alaska, donde se sabe que ocurren grandes terremotos. Descubrieron que la temperatura de los sedimentos marinos en esta región era más alta de lo esperado y se correlacionaba con áreas donde era más probable que ocurrieran terremotos. Esto sugiere que medir las temperaturas de los sedimentos podría ayudar a predecir dónde podrían ocurrir futuros terremotos.
Al comprender mejor el papel de los sedimentos marinos en la prevención de terremotos, los científicos pueden desarrollar sistemas mejorados de alerta temprana de terremotos y mitigar los daños potenciales a las comunidades e infraestructuras costeras.