Sin embargo, esta descripción nunca estuvo acompañada de una muestra física y el pez aparentemente desapareció durante más de 100 años. Luego, en 2019, un equipo de científicos de la Universidad de Melbourne decidió emprender la búsqueda del pez perdido hace mucho tiempo.
Después de un extenso trabajo de campo, el equipo finalmente encontró una serie de piscinas en la ubicación original descrita por Powell. Para su sorpresa, la Bendigo gambusia estaba viva y coleando, viviendo en estas aguas escondidas.
El equipo documentó cuidadosamente al pez e incluso recolectó algunos especímenes para ayudar a estudiar su biología y hábitat. El hallazgo fue visto como una importante victoria para la conservación, ya que alguna vez se pensó que el Bendigo gambusia estaba extinto.