- Relaciones simbióticas entre los corales y las algas fotosintéticas (zooxantelas) proporcionó a los corales una importante fuente de alimento, lo que les permitió prosperar en ambientes bajos en nutrientes. Las zooxantelas vivían dentro de los tejidos del coral y proporcionaban energía a través de la fotosíntesis, complementando las limitadas capacidades autotróficas de los corales. Esta asociación mutualista probablemente ofreció una ventaja y resiliencia en tiempos de cambio ambiental.
- Rasgos adaptativos y diversidad genética: La diversidad genética de los corales contribuyó a su adaptabilidad. Algunos individuos de coral poseían genes más favorables que les permitían tolerar mejor nuevas condiciones como temperaturas más altas del mar, cambios en la claridad del agua o disponibilidad de alimentos; esos corales más resistentes transmitirían sus ventajosas ginetas a sus crías, permitiendo así que las generaciones futuras persistieran. Esta rápida evolución contribuyó a la capacidad de los arrecifes de coral para resistir eficazmente los desafíos ambientales.
- Paisajes de arrecifes: Los primeros arrecifes de coral exhibían varios tipos de estructuras de arrecifes interconectados, como arrecifes marginales, arrecifes de parche e incluso arrecifes de barrera, lo que proporcionó heterogeneidad espacial para que se establecieran diversas comunidades de coral. En períodos de cambios ambientales, diferentes poblaciones dentro del arrecife sufrirían factores estresantes ambientales y presiones selectivas naturales de manera diferente.
- Fragmentación y reproducción asexual: Las colonias de coral pueden romperse debido a tormentas u otros factores, fragmentándose en muchos pedazos independientes que podrían regenerarse y formar nuevas colonias. Esta replicación asexual ayudó a mantener las variaciones genéticas y al mismo tiempo facilitó la rápida colonización de nichos adecuados cuando los cambios ecológicos crearon oportunidades.
- Conectividad en redes de arrecifes: Es probable que los arrecifes estuvieran conectados espacialmente en algunas áreas a través del intercambio de larvas o fragmentos. La dispersión de larvas de coral permitió que la población en ambientes estables suministrara reclutas que contribuyeron a la supervivencia de la población de coral en otros lugares durante períodos de tiempo desfavorables.