El Museo Americano de Historia Natural de la ciudad de Nueva York está cambiando la forma en que cuida los miles de restos humanos de su colección. El museo está trabajando para aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en la forma en que maneja estos restos, a raíz de las preocupaciones de los grupos indígenas y otros.
El museo tiene más de 1 millón de restos humanos en su colección, lo que lo convierte en uno de los más grandes del mundo. Estos restos incluyen esqueletos, cráneos y otras partes del cuerpo de personas de todas las razas y etnias. Muchos de estos restos fueron recolectados en el siglo XIX y principios del XX y se consideran culturalmente sensibles.
En los últimos años, el museo ha sido criticado por no hacer lo suficiente para consultar con los grupos indígenas y otras partes interesadas en lo que respecta al manejo de estos restos. En 2019, el museo fue demandado por un grupo de tribus nativas americanas que argumentaron que la colección de restos humanos del museo era irrespetuosa y poco ética.
En respuesta a estas preocupaciones, el museo ha desarrollado un nuevo conjunto de pautas para el manejo de restos humanos. Estas pautas incluyen:
* Crear un nuevo comité de ética para supervisar el manejo de restos humanos.
* Consultar con grupos indígenas y otras partes interesadas en lo que respecta al manejo de estos restos.
* Aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en la forma en que el museo maneja los restos humanos.
El museo también está trabajando para repatriar restos humanos a sus comunidades de origen. En 2020, el museo repatrió los restos de 11 personas a las tribus Tlingit y Haida de Alaska.
Las nuevas directrices del museo representan un cambio significativo en la forma en que maneja los restos humanos. Estos cambios tienen como objetivo aumentar el respeto por los muertos y proteger el patrimonio cultural de los grupos indígenas.