Según un nuevo estudio, los arrecifes de piedra artificiales están demostrando ser una forma eficaz de promover la biodiversidad marina en Dinamarca.
El estudio, publicado en la revista Marine Ecology Progress Series, encontró que los arrecifes de piedra aumentaron la abundancia y diversidad de la vida marina al proporcionar un hábitat para una variedad de especies.
"Nuestros resultados sugieren que los arrecifes de piedra pueden ser una herramienta valiosa para mejorar la biodiversidad marina en áreas donde los arrecifes naturales son escasos o están degradados", dijo el autor principal Sebastian Zettler, biólogo marino de la Universidad de Copenhague.
Los arrecifes de piedra son estructuras artificiales hechas de grandes piedras o cantos rodados que se colocan en el fondo del mar. Imitan la estructura de los arrecifes naturales y proporcionan un hábitat complejo que puede sustentar una variedad de vida marina.
En el estudio, los investigadores instalaron arrecifes de piedra en tres lugares diferentes del Mar del Norte danés. Luego monitorearon los arrecifes durante un período de dos años para evaluar los cambios en la vida marina.
Los resultados mostraron que los arrecifes de piedra aumentaron significativamente la abundancia y diversidad de la vida marina en comparación con los sitios de control sin arrecifes.
"Descubrimos que los arrecifes de piedra atraían una variedad de especies, incluidos peces, cangrejos, mejillones y algas", dijo Zettler. "Estas especies utilizaron los arrecifes para refugiarse, alimentarse y reproducirse".
Los investigadores también descubrieron que los arrecifes de piedra ayudaron a mejorar la calidad del agua al reducir la turbidez y los niveles de nutrientes.
"Los arrecifes de piedra pueden proporcionar una serie de beneficios para los ecosistemas marinos, incluido el aumento de la biodiversidad, la mejora de la calidad del agua y la protección contra la erosión", dijo Zettler. "Son una forma rentable y sostenible de mejorar los hábitats marinos y apoyar la vida marina".
El estudio sugiere que los arrecifes de piedra podrían ser una herramienta valiosa para promover la biodiversidad marina en Dinamarca y otros países con ambientes costeros similares.