Wellington es la capital de Nueva Zelanda y está situada en la costa sur de la Isla Norte. La ciudad tiene una población de más de 200.000 personas y es la segunda ciudad más poblada de Nueva Zelanda. Wellington es un importante centro comercial, cultural y político y alberga varias universidades, museos y otras instituciones educativas.
La ciudad también está ubicada en una región con una historia de actividad volcánica y, como resultado, los suelos de Wellington son muy variables. Algunas áreas de la ciudad tienen suelos derivados de cenizas volcánicas, mientras que otras áreas tienen suelos derivados de rocas sedimentarias. Además, la ciudad cuenta con una serie de áreas que han sido ganadas al mar, y estas áreas tienen suelos que se componen de una mezcla de arena, limo y arcilla.
La variabilidad de los suelos en Wellington tiene un impacto significativo en los tipos de plantas que se pueden cultivar en la ciudad. Algunas áreas de la ciudad tienen suelos más adecuados para el cultivo de hortalizas y flores, mientras que otras áreas tienen suelos más adecuados para el cultivo de árboles y arbustos.
La urbanización de Wellington ha tenido un impacto significativo en los suelos de la ciudad. La urbanización ha provocado un aumento en la cantidad de superficies impermeables en la ciudad, como carreteras, edificios y estacionamientos. Esto ha resultado en una disminución en la cantidad de agua que puede infiltrarse en el suelo, lo que ha llevado a un aumento en la cantidad de escorrentía.
El escurrimiento de superficies impermeables suele contener altos niveles de metales pesados, como plomo, zinc y cobre. Estos metales pueden provenir de diversas fuentes, incluidos vehículos, materiales de construcción y actividades industriales. El escurrimiento de superficies impermeables puede transportar estos metales al suelo, donde pueden acumularse y representar un riesgo para la salud de los seres humanos y el medio ambiente.
Se han creado mapas de metales pesados en los suelos de Wellington para identificar áreas de la ciudad que tienen altos niveles de estos metales. Estos mapas se pueden utilizar para ayudar a gestionar los riesgos asociados con los metales pesados en el suelo.
Los mapas muestran que los niveles más altos de metales pesados se encuentran en áreas de la ciudad que tienen un alto volumen de tráfico, como el distrito central de negocios y las principales carreteras. Los mapas también muestran que los niveles de metales pesados son más elevados en las zonas de la ciudad ganadas al mar.
La urbanización de Wellington ha tenido un impacto significativo en los suelos de la ciudad, incluido un aumento en la cantidad de metales pesados en el suelo. Se pueden utilizar mapas de metales pesados en los suelos de Wellington para ayudar a gestionar los riesgos asociados con estos metales.