Corrientes de convección en el manto:
- El manto terrestre no es sólido sino que se comporta como un fluido viscoso. El calor del núcleo de la Tierra hace que el material del manto se convecte, lo que significa que sube y baja en un ciclo continuo.
- A medida que el material del manto caliente asciende, se expande y crea una zona de menor densidad debajo de las placas tectónicas. Esta diferencia de densidad crea una fuerza de flotación que empuja las placas hacia arriba y hace que se muevan.
- El movimiento de las corrientes de convección en el manto es la principal fuerza impulsora detrás de la tectónica de placas.
Tiro de losa:
- Cuando las placas tectónicas chocan, una placa puede verse obligada a subducirse debajo de la otra. Este proceso se conoce como subducción.
- A medida que la placa subductora desciende hacia el manto, arrastra consigo el resto de la placa debido a la fuerza de gravedad. Esta acción de tracción se denomina tracción de losa y contribuye al movimiento de las placas tectónicas.
Empuje de cresta:
- A lo largo de las dorsales oceánicas, donde se forma la nueva corteza oceánica, el material fundido se eleva desde el manto terrestre y llena el vacío creado por las placas tectónicas divergentes.
- A medida que este material fundido se solidifica, empuja la corteza oceánica recién formada lejos de la dorsal, creando una fuerza conocida como empuje de la dorsal.
- El empuje de las dorsales ayuda a impulsar el movimiento de las placas tectónicas lejos de las dorsales oceánicas.
Es importante señalar que el movimiento de las placas tectónicas es un proceso complejo influenciado por múltiples factores, incluidas las interacciones entre el interior de la Tierra, la topografía de la superficie y fuerzas externas como las mareas y la rotación de la Tierra.