En un generador simple, una bobina de alambre hace girar en un campo magnético. A medida que la bobina gira, el flujo magnético a través de la bobina cambia y esto induce una fuerza electromagnética en el cable. El EMF hace que fluya una corriente eléctrica a través del cable, y esta corriente se puede utilizar para alimentar dispositivos como bombillas y motores.
La fuerza de la FEM inducida depende de varios factores, incluida la fuerza del campo magnético, el número de vueltas de la bobina y la velocidad a la que gira la bobina. Cuanto más potente sea el campo magnético, más vueltas tendrá la bobina y cuanto más rápido gire la bobina, más fuerte será la FEM inducida.
La inducción electromagnética se utiliza en una variedad de dispositivos, incluidos generadores, transformadores y motores eléctricos. Los generadores convierten la energía mecánica en energía eléctrica, mientras que los transformadores cambian el voltaje de una señal eléctrica de corriente alterna (CA). Los motores eléctricos convierten la energía eléctrica en energía mecánica.
Estos son los pasos necesarios para generar electricidad a partir del magnetismo:
1. Se crea un campo magnético. Esto se puede hacer utilizando un imán permanente o un electroimán.
2. Se coloca un conductor en el campo magnético. Puede ser una bobina de alambre o un disco de metal.
3. El conductor se mueve en el campo magnético. Esto hace que cambie el flujo magnético a través del conductor, lo que induce una FEM en el conductor.
4. El EMF hace que fluya una corriente eléctrica en el conductor. Esta corriente se puede utilizar para alimentar dispositivos como bombillas y motores.
La inducción electromagnética es un principio fundamental de la electricidad y tiene muchas aplicaciones importantes.