* Electrones libres: Los metales tienen una estructura atómica única donde algunos de sus electrones están unidos libremente y pueden moverse fácilmente del átomo al átomo. Estos "electrones libres" forman un "mar" de portadores de carga móvil dentro del metal.
* baja resistencia: Los electrones libres en metales encuentran muy poca resistencia a su movimiento, lo que permite que la corriente fluya fácilmente. Esta baja resistencia significa que se pierde menos energía como calor durante el flujo de corriente.
* Ductilidad: Los metales son altamente dúctiles, lo que significa que se pueden dibujar en cables largos y delgados sin romperse. Esto permite la creación de conductores largos y flexibles que se pueden enrutar y conectarse fácilmente.
* Disponibilidad y costo: Muchos metales, como el cobre y el aluminio, son abundantes y relativamente económicos, lo que los hace prácticos para aplicaciones eléctricas a gran escala.
¿Por qué no otros materiales?
* no metales: Los no metales como los plásticos y la cerámica tienen electrones bien unidos, lo que los convierte en conductores pobres. A menudo se usan como aisladores para evitar el flujo de corriente.
* semiconductores: Materiales como el silicio y el germanio tienen conductividad entre metales y aisladores. Son esenciales en componentes electrónicos como transistores y circuitos integrados, pero no tan eficientes como los metales para el transporte de corriente a granel.
En resumen: La combinación de metales de electrones libres, baja resistencia, ductilidad y asequibilidad los convierte en la opción óptima para transportar corrientes eléctricas en los cables.