1. Bajo punto de fusión: El metal utilizado en un fusible debe tener un punto de fusión relativamente bajo. Cuando una corriente excesiva pasa a través del fusible, genera calor y derrite el elemento fusible. Un punto de fusión bajo garantiza que el elemento fusible se derrita rápidamente, rompiendo el circuito antes de que la corriente alcance niveles peligrosos.
2. Alta resistividad: El metal debe tener una alta resistividad eléctrica. Esto significa que resiste el flujo de electricidad, lo que hace que se caliente cuando la corriente lo atraviesa. Cuanto mayor es la resistividad, más calor se genera para una corriente determinada, lo que aumenta la sensibilidad del fusible a condiciones de sobrecorriente.
3. Estabilidad y propiedades no oxidantes: El metal utilizado en una mecha debe ser estable y resistente a la oxidación. La oxidación puede debilitar el elemento fusible y afectar su rendimiento con el tiempo. Por lo tanto, el metal no debería reaccionar fácilmente con el oxígeno u otros elementos presentes en el medio ambiente.
4. Resistencia a la tracción: El elemento fusible debe tener una resistencia a la tracción adecuada para soportar tensiones mecánicas y vibraciones sin romperse. Esto es crucial porque un elemento fusible roto podría comprometer la protección del circuito.
5. Ductilidad: La ductilidad es la capacidad del metal para deformarse bajo tensión de tracción sin romperse. Un metal dúctil se puede estirar en alambres delgados, lo que aumenta la capacidad de transporte de corriente del fusible manteniendo su sensibilidad.
6. Propiedades sin arco: Cuando el elemento fusible se funde y el circuito se abre, puede crear un arco si el metal es propenso a formar arco. La formación de arcos puede causar daños al portafusibles y a los componentes circundantes. Por lo tanto, el metal debe tener propiedades antiarco para minimizar la formación de arco durante la operación del fusible.
7. Rentabilidad: El coste del metal debería ser razonable, teniendo en cuenta su función de protección de los circuitos eléctricos. Los metales como el cobre y el aluminio se utilizan habitualmente debido a su coste relativamente bajo y sus propiedades adecuadas.
8. Fiabilidad y previsibilidad: El comportamiento del metal debe ser predecible y consistente a lo largo del tiempo para garantizar un funcionamiento confiable del fusible. Las variaciones en las propiedades del metal pueden afectar el rendimiento y la seguridad del fusible.
Al seleccionar metales que cumplan con estos requisitos, los fabricantes pueden producir fusibles que protejan eficazmente los circuitos eléctricos contra condiciones de sobrecorriente y al mismo tiempo garanticen un funcionamiento seguro y confiable.