NIJ Nivel IIA: Ofrece protección contra balas de pistola de baja velocidad, como .22 Long Rifle, 9 mm FMJ y .380 ACP.
NIJ Nivel II: Proporciona protección contra las balas de pistola más comunes, incluidas las de 9 mm, .357 Magnum y .40 S&W.
NIJ Nivel IIIA: Ofrece protección contra balas de pistola de alta velocidad, como .357 Magnum JSP y .44 Magnum SJHP, así como algunas balas de rifle como 5,56 x 45 mm NATO M855 (SS109).
NIJ Nivel III: Proporciona protección contra balas de rifle comunes, incluidas MSC de 7,62 x 39 mm y NATO M193 de 5,56 x 45 mm.
NIJ Nivel IV: Ofrece protección contra balas de rifle de alta potencia, como M80 de 7,62 x 51 mm, Winchester de .308 y Creedmoor de 6,5 mm.
Si bien los chalecos antibalas pueden brindar una protección significativa contra los disparos, es esencial tener en cuenta que ningún chaleco es completamente a prueba de balas. Ciertos factores pueden afectar la efectividad de un chaleco, incluida la distancia y el ángulo del disparo, el tipo y calibre del arma de fuego y cualquier defecto o daño al propio chaleco.
Los chalecos antibalas suelen estar hechos de diversos materiales, incluidos tejidos ligeros y de alta resistencia, materiales compuestos y aleaciones metálicas. El diseño y la construcción del chaleco desempeñan un papel crucial a la hora de dispersar y absorber la energía de una bala en el momento del impacto, minimizando el riesgo de penetración y lesiones.
Es importante elegir el nivel de protección NIJ adecuado según la evaluación de amenazas y el nivel de riesgo específicos. Los chalecos también deben ajustarse y mantenerse adecuadamente para garantizar un rendimiento óptimo. Los agentes del orden, el personal militar, los profesionales de la seguridad y otras personas que trabajan en entornos de alto riesgo suelen usar chalecos antibalas como parte de su equipo de protección.