Los científicos informáticos de Saarbruecken han desarrollado nuevos sensores cutáneos que permiten controlar los dispositivos móviles desde cualquier punto del cuerpo. Crédito:Universidad de Saarland
Los sensores ahora permiten capturar toques en el cuerpo con mucha precisión, incluso de varios dedos. Los investigadores han probado con éxito un nuevo sensor prototipo en cuatro aplicaciones diferentes.
"El cuerpo humano ofrece una gran superficie de fácil acceso, incluso sin contacto visual, "dijo Jürgen Steimle, profesor de informática en la Universidad de Saarland, explicando el interés de los investigadores en esta interfaz literal humano-computadora. El desarrollo fue un desafío porque dichos sensores no podían medir los toques con la suficiente precisión, ni podían capturarlos de múltiples yemas de los dedos simultáneamente.
El sensor prototipo, llamado Piel Multi-Touch, tiene una estructura similar a las pantallas táctiles que son bien conocidas de los teléfonos inteligentes. Dos capas de electrodos apilados, cada uno arreglado en filas y columnas, formar una especie de sistema de coordenadas, en cuyas intersecciones se mide constantemente la capacitancia eléctrica. La capacitancia se reduce en el punto donde los dedos tocan el sensor, porque los dedos conducen la electricidad y por lo tanto permiten que la carga se drene. Estos cambios se capturan en cada punto, y así se pueden detectar los toques de varios dedos. Para encontrar el equilibrio óptimo entre conductividad, robustez mecánica y flexibilidad, los investigadores evaluaron diferentes materiales. Silver fue elegido como director, Plástico PVC para el material aislante entre los electrodos, y plástico PET para el sustrato; el sensor se puede imprimir con una impresora de inyección de tinta doméstica en menos de un minuto.
"Para poder utilizar los sensores en todas las partes del cuerpo, tuvimos que liberarlos de su forma rectangular. Ese fue un aspecto importante, "explica Aditya Shekhar Nittala, quien está haciendo su investigación doctoral en el grupo de Jürgen Steimle. Por lo tanto, los científicos desarrollaron software para que los diseñadores crearan sus propias formas de sensor deseadas. En el programa, el diseñador primero dibuja la forma exterior del sensor, luego delinea el área dentro de esta forma exterior que debe ser sensible al tacto. Luego, un algoritmo especial calcula el diseño que cubrirá de manera óptima esta área definida con electrodos sensibles al tacto. Finalmente, el sensor está impreso.
La utilidad de esta nueva libertad de forma se demuestra en uno de los cuatro prototipos de prueba, cada uno de los cuales los científicos produjeron con su novedoso método de fabricación. Fue diseñado para adaptarse al oído derecho de un participante de la prueba. El sujeto puede deslizar el dedo hacia arriba o hacia abajo para usarlo como control de volumen. Deslizar hacia la derecha o hacia la izquierda cambia la canción que se está reproduciendo, mientras se toca con un dedo plano, se detiene la canción.
Para los científicos de Saarbrücken, Multi-Touch Skin es una prueba más de que vale la pena investigar las interfaces en la piel. En el futuro, quieren centrarse en proporcionar programas de diseño de sensores aún más avanzados, y desarrollar sensores que capturen múltiples modalidades sensoriales.